Para progresar con tu técnica y sentirte cada vez más cómodo con tu shibari necesitarás practicar las habilidades manuales, pero también comprender los conceptos en los que se basan.

De nada servirá practicar durante 8 horas al día si no lo estás haciendo de la forma adecuada y nadie te guía o indica cuál es tu error.

Para empezar, cuando quieras trabajar sobre una forma o figura, NO intentes hacerla de una sola vez. Ve paso a paso. Si el primer paso está mal, el resto de la forma estará mal, y habrás perdido el tiempo.

Primero un paso, hazlo despacio, luego más rápido. Cuando lo tengas dominado, céntrate en el segundo paso. Repite el proceso.

Una vez que tengas dominado este segundo paso, repite el proceso con ambos pasos consecutivamente. Y así sucesivamente.

Si en la práctica te bloqueas, si ves que no avanzas, que no te sale. Inténtalo unas pocas veces más, pocas. No te machaques. Si no te sale después de esos intentos extra. Deja la práctica por hoy.

Descansa, haz otra cosa y mañana vuelve a intentarlo. Si no logras sacar el tema de tu cabeza, habla con tu maestro. Plantéale la duda.

Y como sabemos que las dudas y las consultas no aparecen en clase, sino cuando se está practicando en casa, reservamos las tardes de jueves y viernes para consultas y prácticas guiadas en el dojo.

Se trata de una actividad «en grupo». Esto significa que se comparte espacio con otros estudiantes, pero la atención y las consultas serán completamente individualizadas.

Actividad abierta tanto para estudiantes actuales del dojo como para nuevas incorporaciones.